Es el pueblo más grande de la isla de Tinharé, sinónimo de mar tranquilo y noches agitadas, por su fama de ser un destino de fiesta. Con más de diez hermosas playas para escoger, en Morro de São Paulo no hay que esforzarse mucho ya que se llaman Primera Playa, Segunda Playa, Tercera Playa y así sucesivamente, una lista que incluye playas desiertas para quienes prefieren alejarse de las multitudes.
La geografía irregular puede complicar algunos recorridos, ya que, haciendo honor a su nombre, en Morro de São Paulo hay que subir y bajar colinas para ir de un lugar a otro, y no circulan autos particulares. A pesar de ser un pueblo pequeño, está muy bien dotado en términos de alojamiento y alimentación; hay hoteles y posadas para todos los estilos y bolsillos, así como bares y restaurantes donde la célebre gastronomía bahiana comparte espacio con la cocina internacional.
Las hermosas playas de Morro de São Paulo son el punto cumbre del paseo, con un mar de aguas tranquilas y transparentes, arena clara y arrecifes de coral en alta mar que, con la marea baja, forman piscinas naturales. A partir de la Tercera Playa parten las excursiones en barco que siguen la ruta de la «Vuelta a la Isla», con acceso a parajes de ensueño, y que dura una jornada entera (250 a 350 reales /44.000 a 61.500 clp/ por persona, según temporada y prestador). Enero y febrero son los meses menos lluviosos, y aunque el clima es estable todo el año, llueve ocasionalmente entre abril y julio
¿Cómo llegar?
Morro de São Paulo se encuentra a solo 173 km de Salvador por tierra y a 60 km por mar. La forma más fácil de llegar es en catamarán, que sale todos los días del Terminal Marítimo detrás del Mercado Modelo. El viaje dura dos horas y media en catamaranes cerrados y refrigerados, que cuentan con servicio de bar y cuestan 150 reales por persona (26.400 CLP). Hay otras formas de llegar, pero son más demoradas y exigen transbordos.
Campeche, Santa Catarina
Ubicadafrente a la playa de Campeche (en la zona sur de la isla de Santa Catarina, en Florianópolis), la isla de Campeche es un patrimonio histórico nacional, y por eso sólo se puede visitar por cuatro horas y sólo se permiten 800 personas diarias como máximo. La isla tiene aproximadamente 1,6 km de largo y 500 metros de ancho, y es una postal de mar traslúcido, tranquilo y arenas claras. Además de su belleza natural, la isla de Campeche es el lugar con la mayor concentración de grabados rupestres de la costa brasileña.
Todos esos detalles no llegan a completar la descripción de un paraje que suele ser objeto del deseo de los turistas que llegan cada verano a Santa Catarina y recorren las playas de Florianópolis. El paseo desde Praia de Armação cuesta entre los 130 y 180 reales (23.000 y 31.600 CLP), según temporada y prestador del servicio, aunque hay diversas opciones de acceso. Las excursiones a los senderos de la isla sólo pueden ser hechas con guías autorizados y se recomienda cuidado con los coatíes que viven el lugar y suelen manotear golosinas a los turistas; mejor no exponer alimentos y se exige retirar los residuos al abandonar la playa. Hay un kiosco en la isla para quienes prefieren no llevar viandas.
¿Cómo llegar?
Las lanchas o barcos a la isla de Campeche salen desde playa de Armação, Praia da Barra da Lagoa o la playa de Campeche; esta última es la opción más rápida, insume unos cinco minutos para completar el trayecto.
Ilha Grande, Río de Janeiro
A solo 150 kilómetros de la ciudad de Rio de Janeiro, con centenas de playas y opciones de paseos, la isla forma parte del circuito de la Costa Verde, bautizado en honor a su exuberante entorno natural. Son 193 km de naturaleza preservada, en gran medida porque la isla no tiene puentes que le conecten con el continente y no circulan autos particulares.
La mayoría de sus calles son de arena (las valijas con rueditas no son de gran ayuda, por caso), y además de playas espléndidas, Ilha Grande tiene para explorar ríos, lagos de agua dulce, cascadas, manglares y senderos en medio de la Mata Atlántica. Imperdibles los paseos en lancha, a elegir entre sus más de cien playas, con destaque para la visión del mar cristalino en Lagoa Azul y Lagoa Verde. Entre las ventajas de Ilha Grande están su buena infraestructura receptiva y la cercanía con Río de Janeiro. En octubre, la capital carioca fue destacada por National Geographic como uno de los mejores destinos del mundo para conocer en 2026 en su ránking «Best of the World«.
¿Cómo llegar?
Ilha Grande es un distrito de Angra dos Reis y se encuentra a 150 km de la ciudad de Río de Janeiro, a 100 km de Paraty y a 400 km de São Paulo. No hay aeropuertos en la zona y no se permite la entrada de automóviles. Para llegar a Ilha Grande es necesario tomar un ferry, o una lancha rápida. La duración de la travesía entre el continente e Ilha Grande varía entre 20 minutos y 1 hora y media, dependiendo del punto de partida y el transporte elegido.
Ilhabela, San Pablo
Ilhabela es un archipiélago formado por 19 islas de distintas dimensiones. Por su proximidad -y buenos accesos- con la ciudad más poblada del país, Ilhabela atrae cada año a más de un millón de turistas a sus 42 playas, que se combinan con cascadas de agua dulce y senderos para recorridos en medio de la naturaleza. Uno de sus puntos a favor es que la mayoría de sus playas son de fácil acceso en auto, por lo que se puede visitar más de una durante la estadía.
Algunas ineludibles son Pacuíba (semidesierta y cuyas aguas se encuentran con un riachuelo de agua fresca) y Perequê, la más concurrida (con bares, hoteles y embarcaderos para excursiones a las islas). En las playas de Saco da Capela, Pequeá y Engenho d’Água, se pueden practicar actividades como canotaje y stand up paddle. Jabaquara, otra playa, exige llegar en auto rústico, pero luego se despliega en un hermoso arenal que se mezcla con la desembocadura del río, formando piscinas naturales. Laje, Saquinho y Areado son las mayores cascadas de la isla y merecen una visita. Ilhabela también es reconocida internacionalmente por sus festivales musicales, regatas y encuentros de birdwatching.
¿Cómo llegar?
A sólo 203 km de la ciudad de San Pablo, la mejor forma de acceder es en auto hasta São Sebastião y luego tomar una balsa (aunque la distancia entre ambos lugares es de poco más de dos kilómetros). Los transbordadores funcionan las 24 horas del día con salidas cada media hora. Otra opción son los barcos alquilados para pocos pasajeros, accesibles a través de servicios de uso compartido.
Existen vuelos directos desde Santiago de Chile (SCL) a Río de Janeiro (GIG/SDU) y São Paulo (GRU), operados por aerolíneas como LATAM, GOL y SKY Airline. Para Recife, Fortaleza y Brasilia, los vuelos directos también están disponibles, principalmente con LATAM y GOL.
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