Red del Vino: La apuesta en grande de los pequeños productores vitivinícolas del Valle de Colchagua

Captura de pantalla 2016-01-08 a la(s) 16.16.25Tienen como vecinos de sus predios a las viñas más importantes del país, sin embargo, eso no los detiene y a través de la asociatividad los 19 socios de esta agrupación han introducido una serie de innovaciones en su modelo de negocios, pasando así de la venta de uva vínifera a la exportación de mostos de gran calidad a Europa y Estados Unidos, cuidando cumplir con todos los estándares que les impone conservar la certificación de Comercio Justo con la que trabajan desde hace seis años.
 Hasta cinco horas puede tomar un tour vitivinícola que incluye un almuerzo típico en los campos de cualquiera de los socios de la Red del Vino –agrupación de 19 pequeños productores del Valle de Colchagua– mientras que por el mismo precio en las grandes viñas de la zona sólo se obtiene una visita guiada de 30 minutos y con suerte, una degustación. Y es que su objetivo no es el mismo que el de las tradicionales empresas del rubro.
“Nos hemos impuesto como misión respetar los tiempos del campo, preservar y difundir la identidad cultural de la zona, el trabajo de la tierra, sus frutos y gastronomía y conservar el medioambiente, estimulando la participación activa de las familias campesinas que habitan en el Valle de Colchagua”, explica el gerente general de Red del Vino, Rodrigo Valenzuela.
Son los propios dueños de los campos los que reciben a los turistas y también lideran el proceso de producción y comercialización no sólo de la uva a granel, sino también de vinos de excelente calidad que ya están exportando a países que valoran además de la nobleza de las cepas, su certificación de Comercio Justo, concentrando así su mercado en Europa y Estados Unidos.
Rodrigo Valenzuela explica que su propuesta de valor se basa en la atención personalizada que entregan los protagonistas del proceso del vino. “Nuestros tours están enfocados en brindar la mejor experiencia a los visitantes, que aprendan cómo comienza la producción de las uvas y vinos, recorriendo los predios y conociendo a los productores, que en su mayoría son campesinos que llevan más de 40 años trabajando en las distintas áreas del negocio vitivinícola y que están aquí desde muchos antes que llegaran las grandes viñas”, apunta. 
En esa línea, sostiene que “nuestra consolidación ha sido posible gracias a que nuestros socios conocen toda la historia del valle de Colchagua y dominan las mejores técnicas de cosecha y elaboración del producto estrella de la Sexta Región y eso es lo que traspasan a los turistas”.
Patagua, Chépica, Palmilla, El Huique, Apalta, Cunaco, Peralillo, Nancagua y Santa Cruz son las localidades que concentran el despliegue territorial de la red, que dentro de su oferta incluye tour vitivinícolas, culturales-patrimoniales, de aventura y naturales, enfocados de manera diferenciada en familias y empresas, además de la exitosa puesta en marcha de varios servicios de eventos como matrimonios y otros. Para enero de 2016 ya preparan la incorporación de una cuidada oferta gastronómica que rescate las tradiciones de la zona y que genere aún más puestos de trabajo.
La oferta de precios de sus tours guiados es variada pero con una excelente relación precios-calidad. Por $10.000 se puede realizar una visita de 2 horas a una reserva natural en la Patagua, que incluye dos degustaciones. Si se dispone de más tiempo y el interés está en los vinos, $30.000 es el valor de un recorrido por una trilogía de viñas privadas, degustación de 2 vinos y almuerzo en los viñedos, en una experiencia única que se extiende por cerca de 3 horas, en compañía de los hombres y mujeres de campo que son parte de la red.
En cuanto a la comercialización de sus vinos, Valenzuela precisa que “nuestro camino partió como vendedores de uva vinífera con certificación de Comercio Justo para el mercado interno, distinción que obtuvimos en 2009 después de tres años de intenso trabajo. Llegamos a vender un millón de kilos de uva certificada y el año pasado decidimos innovar y exportar vino a granel, y sólo en la primera etapa conseguimos la venta de 300 mil litros. En 2013 empezamos a comercializar vino embotellado de autor, donde cada productor elabora cerca de 3 mil botellas, primero bajo una marca unificada para todos los productores para luego diferenciarlas por socio. Hoy estamos en eso”.
En ese contexto, a través de un proyecto conjunto con la Universidad del Pacífico (UPA) se generaron soluciones comunicacionales para la venta de estos vinos de autor a través de branding, packaging, promoción, nuevos nombres y en especial etiquetas que reflejaran la identidad de cada uno de los productores. Hasta el momento cinco de ellos ya han incorporado los cambios mientras que el resto sigue afinando los detalles para llegar a una imagen corporativa perfecta.
El futuro del modelo
Alejandro Moreno, gerente de proyectos del Centro de Competividad (CDC) de la UPA, plantel que está ejecutando un proyecto en Turismo del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) en la zona, destaca la solidez del proyecto de la Red del Vino, “pues muestran un trabajo sumamente cohesionado y sostenible. En Chile, día a día se crean muchas organizaciones de esta índole, pero son pocas las que logran evolucionar y realizar encadenamientos tan exitosos y duraderos. Pasar de ser productores de un commodity a introducir un mix de productos, actividades y experiencias con alto valor agregado es su gran mérito”.
En esa línea, Moreno resalta las ventajas del área turística de la red frente a la oferta de las grandes viñas establecidas en la zona. “Al tener tours atendidos por sus propios dueños -emprendedores que plasman en las visitas historias de esfuerzo y vida-  están entregando un servicio con un alto valor emocional y experiencial a los turistas. Por otra parte, el factor precio y el concepto de producciones limitadas o boutique de sus vinos, marcan una ventaja competitiva importante”.
 El director ejecutivo del Centro de Competitividad de la UPA, Patricio Ovalle, refrenda las palabras de Moreno, destacando como una de las clave del éxito de la red su apertura y disponibilidad a la innovación. “Tienen una alta motivación y una clara visión de negocios, lo que es clave para el trabajo asociativo, especialmente en zonas rurales. También es importante destacar rol articulador y de liderazgo de su gerente, Rodrigo Valenzuela”, plantea Ovalle al tiempo que proyecta los avances que puede tener la red si sigue el rumbo que ha definido.
“Esperamos seguir aportando en la consolidación de este trabajo. Para eso estamos desarrollando un proyecto para apoyar a la Red del Vino del Vino Sexta Región S.A., el cual consta de asistencias técnicas y programas de entrenamiento en habilidades de gestión de negocios, de manera que la gestión asociativa de la red, así como la de cada una de sus empresas, sea mejor, generando mayores márgenes, ya sea por la vía de optimización en la gestión financiera, como en la vía de valor agregado”, explica Ovalle.
En el ámbito del turismo, precisa Alejandro Moreno, “nuestra intención es colaborar con la red en gestión de la innovación, satisfacción de clientes, formulación de circuitos turísticos y el desarrollo de un plan de marketing que los ayude a difundir su trabajo no sólo en la Sexta Región, sino que en el resto de Chile y en sus mercados de exportación”.
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